Esta semana, CDM y sus aliados organizó una delegación histórica de trabajadoras reclutadas internacionalmente provenientes de México, las Filipinas y Ecuador. Este increíble grupo de mujeres viajo a Washington D.C. esta semana para subrayar sus experiencias únicas como trabajadoras migrantes en los EE.UU. y durante el proceso de reclutamiento en sus comunidades de origen. Nunca antes se han reunido las mujeres migrantes de esta manera para exhortar a políticos a abordar las fallas en los programas de visas temporales en los EE.UU. Hoy, la delegación se unirá a miles de migrantes y aliados quienes se unirán “Camino Americano”, la marcha en Washington D.C. para la reforma migratoria.
“A menudo, las mujeres migrantes son excluidas e invisibilizadas en los debates sobre la migración”, dijo Adareli Ponce. Ella es integrante del Comité de Defensa del Migrante, un grupo de lideres migrantes basados en México que colabora estrechamente con el CDM. “Aun si las mujeres representamos una minoría, también migramos para trabajar”.
Ponce ha viajado desde México a los Estados Unidos con visas temporales nueve veces en los últimos diez años para trabajar en las industrias de la jaiba y el chocolate. Ha sido defraudada tres veces por reclutadores en México quien le han ofrecido trabajos en los EE.UU. que no existen.
Las trabajadoras reclutadas internacionalmente a menudo son pasadas por encima en ciertos empleos por la discriminación que ocurre en el proceso del reclutamiento. Aquellas trabajadoras quienes son contratadas son extremadamente vulnerables a la explotación y cuentan con muy pocas opciones para poder buscar la justicia. Muchas enfrentan abusos incluyendo el fraude, la discriminación y, en algunos casos, la esclavitud por deudas u otras formas de trata humana.
Sin embargo, muchas, como Adareli, están manifestando su inconformidad y demandando reformas importantes para crear mas transparencia en el reclutamiento laboral internacional y para garantizar los derechos laborales de los trabajadores migrantes en los EE.UU.