7 de Octubre, 2013

WASHINGTON D.C.—Una delegación de mujeres reclutadas internacionalmente provenientes de México, las Filipinas y Ecuador llego hoy a Washington D.C. para educar a políticos sobre la problemática única que mujeres enfrentan durante el proceso de reclutamiento en sus comunidades de origen y como trabajadores temporales en los Estados Unidos. La delegación esta aquí para abogar por un sistema migratorio justo, uno que tome en cuenta sus experiencias especificas como trabajadoras migrantes.

Las mujeres que laboran con visas de trabajo temporal son empleadas en una gran variedad de industrias en los EE.UU., incluyendo el chocolate, la pisca de jaibas, la agricultura, la industria hotelera, el área de salud y en la educación. Las trabajadoras migrantes enfrentan un patrón de abusos inquietante en sus lugares de empleo en los EE.UU. y antes de que lleguen al país sin importar la categoría de visa, el sector laboral o la nacionalidad. Los abusos incluyen el fraude, la discriminación y, en algunos casos, la esclavitud por deudas u otras formas de trata humana.

“Cuando llegué3 a los Estados Unidos y empecé a trabajar, me sentí engañada,” dijo Fernanda Defaz, quien llego al país con el plan de recibir entrenamiento de gestión bajo el programa de visas J-1. La realidad fue muy diferente ya que ella se encontró limpiando mesas por $5 dólares por hora. Busco ayuda con el Southern Poverty Law Center (SPLC por sus siglas en ingles), el cual la representa actualmente.

“Había gastado tanto dinero para participar que no podía nada más darme la vuelta e irme. Fui afortunada en poder recuperar algo del dinero que perdí, pero me preocupa que mi patrocinador y otros patrocinadores J-1 continúen reclutando a jóvenes con falsas promesas”. Ella hablara sobre sus experiencias durante la delegación y exhortará a políticos para adoptar reformas a estos programas de visas.

“Trabajadoras reclutadas internacionalmente a menudo son pasadas por encima en ciertos empleos por la discriminación que ocurre en el proceso del reclutamiento”, dijo Mónica Ramírez, Subdirectora del Centro de los Derechos del Migrante, Inc. (CDM). “Aquellas  trabajadoras quienes son contratadas son extremadamente vulnerables a la explotación y cuentan con muy pocas opciones para poder buscar la justicia”

“Trabajadoras migrantes comúnmente son excluidas y invisibilizadas en los debates sobre la migración”, dijo Adareli Ponce. Ella es miembro del Comité de Defensa del Migrante, un grupo de lideres migrantes basados en México que colabora estrechamente con el CDM. “Aun si las mujeres representamos una minoría, también migramos para trabajar”.

Ponce ha viajado desde México a los Estados Unidos con visas temporales nueve veces en los últimos diez años para trabajar en las industrias de la jaiba y el chocolate. Ha sido defraudada tres veces por reclutadores en México quien le han ofrecido trabajos en los EE.UU. que no existen. “Nada cambiara si no intentamos”, dijo Ponce de su decisión de viajar desde México para participar en la delegación de trabajadoras migrantes.

La delegación, organizada por CDM, Oxfam, SPLC, con apoyo de American University Washington College of Law y Alianza Nacional de Campesinas, representa la primera vez que un grupo de mujeres reclutadas internacionalmente se reunirá con políticos por medio de un esfuerzo coordinado de este tipo. El grupo de mujeres resaltara sus experiencias durante el proceso de reclutamiento en sus comunidades de origen y como trabajadoras temporales en los Estados Unidos y harán un llamado para implementar reformas importantes a estos programas. Las participantes de la delegación también participara en la Marcha por la Dignidad y el Respeto Inmigrante el 8 de Octubre en Washington D.C.

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Moravia de la O

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